El movimiento del cuerpo y sus estructuras es tridimensional. Cada parte tiene un movimiento propio y armónico para que funcione correctamente. En general, cuando hablamos de alteraciones en la movilidad nos referimos a que la zona afectada no mueve en una o varias de las direcciones, modificando por tanto su función y dando una respuesta dolorosa. También podría ser que se sobrepase un movimiento anatómico produciendo un daño en dicha parte y en otras. Por ejemplo, unas costillas que se mueven correctamente al inspirar pero que no en el movimiento contrario, afectaría a los músculos intercostales, diafragma y a la función propia de la respiración.

El objeto de la osteopatía es trabajar esos desequilibrios somáticos para que toda parte del cuerpo mueva bien, ya sea una rodilla, un intestino o un músculo. Así es como aporta bienestar esta terapia natural.