No, el dolor es una señal de alarma de que algo no va bien en el cuerpo. Existe la creencia de que “si un masajista aprieta mucho y duele, el resultado es mejor”. Lo cierto es que el dolor provoca un estrés al cuerpo y la mente que reacciona protegiéndose e incluso dañando otros músculos cercanos. Todo esto nos aleja de nuestro objetivo que es el equilibrio y bienestar corporal.